ÁLVARO CEPEDA SAMUDIO
El cine, el gran arte de nuestro tiempo (como lo definiría Cepeda en 1951, en su columna
Brújula de la cultura) tenía que interesar a quien irrumpió en el periodismo y la cultura
con ambiciones de renovador. Además, cuando se sabe que el cine fue uno de los ejes
principales de las múltiples actividades de Cepeda, y cuando se piensa en la hazaña que
tuvo que ser, en 1955, la filmación de La langosta azul (que fuera una hazaña divertida,
como lo recuerdan los amigos de Cepeda, no merma el alcance del hecho) no sorprende
la importancia cuantitativa de las alusiones al cine en el periodismo inicial del escritor
(
) Cepeda ya era, mientras terminaba el bachillerato, más que el germen del futuro
guionista-director-actor de La langosta azul, con todo lo que aquello implicaba en los aspectos
estéticos y técnicos, sin contar el papel de los elementos ideológicos