DI RICCO, MASSIMO
El 30 de mayo de 1973, dos individuos armados y encapuchados
secuestraron el avión Lockheed Electra HK-1274, de la aerolínea
colombiana SAM, que volaba entre Pereira y Medellín. La crónica de la
olvidada hazaña de la tripulación de la aeronave de SAM y de su largo y
extraño rapto es el hilo conductor que sirve para abordar la oleada de
surrealistas secuestros de aviones que se cometieron en la época de oro
de la piratería aérea en América Latina, a caballo entre los años sesenta
y setenta. Lejos del imaginario de terror que envuelve tales actos en la
actualidad, muchos pasajeros víctimas de plagio tomaron las gestas de
estos aeropiratas como una aventura, una excusa para viajar gratis a
Cuba y conocer de cerca aquel enigmático país que se encontraba aislado
en el continente.