LOZADA, FELIX RAMIRO
Manuel de las Aguas es una novela trazada en pequeños capítulos, son cuadros para una galería ?de jungla-, en exposición permanente del viacrucis contemporáneo. En la mitad de esta historia yace y resucita por días y por horas un país llamado Colombia. Un hombre ?sabanero- cualquiera, el viejo señor Martínez, ser común de los que abundan ?como vicio y plaga- desde lo anónimo, fumador profesional de tabaco: escultor de tridimensionales cuerpos de humo que lloran y que gimen entre carcajadas ebrias; en yuxtaposición de asombros y soledades y reminiscencias, se sienta en el taburete de cuero ennegrecido y poblado de calvicies alternas, extiende largos brazos para arropar como mujer la tarde y piadoso la aprieta de la nariz con las uñas y la hace suya. Un baquiano-agricultor es dueño de la intemperie y de las sombras que se avecinan. Durante el ejercicio reflexivo lo cuida de los ?malos? soles -de los venados- la frondosidad centenaria de un samán. Va a dormir cuando la modorra lo vence... y el sueño le entrega con cada luna una dosis de olvido y también con el elixir del alba le da a beber -por episodios- pedacitos de su muerte.